ES NOTICIA:

Close

Trescha: el nuevo restaurante de Buenos Aires con una estrella Michelin y un chef de 25 años revelación del año en Argentina

El fine dining de Tomás Treschanski abrió recién el 7 de marzo de 2023 y ya forma parte de la primera edición argentina de la Guía Michelin. Solo atienden 10 personas por turno con un menú de 14 tiempos.

Por: Dayanne González / Foto: Trescha I Publicado: Viernes 19 de enero de 2024 I 08:30
Comparte en:

En diciembre de 2023, la reconocida Guía Michelin desembarcó por primera vez en Argentina y se convirtió así, en el primer país de habla hispana en Sudamérica en ser destacado por parte de la marca.

En el caso de los restaurantes, uno de los reconocidos fue Trescha, un fine dining de Villa Crespo, Buenos Aires que recibió una estrella, lo que significa “cocina de alta calidad en la que vale la pena detenerse”. 

Pero ese no fue el único premio. Tomás Treschanski, chef y fundador de ese local se llevó el galardón de Young Chef Award de Argentina a sus tan solo 25 años. Con estos reconocimientos, se convierte en el chef más joven de América Latina en tener una estrella Michelin. 

“Con todo el equipo venimos trabajando hace mucho tiempo por un mismo camino, para lograr resultados, desafiarnos a nosotros mismos y cada día ser mejores. El reconocimiento significa que estamos yendo por buen camino y es una motivación más para seguir trabajando y mejorando. Siempre trabajé independiente de mi edad, pero obviamente es algo muy gratificante”, comentó a DFSUD Tomás, la revelación del año en materia culinaria. 

Un nuevo restaurante

El local abrió sus puertas al público recién el 7 de marzo de 2023, luego de que en la pandemia Tomás se quedara sin trabajo y tuviera que volver a Argentina. “Ahí surgió la oportunidad y el proyecto arrancó. Yo creo que es una construcción de todo mi proceso laboral en diferentes países y culturas; en base a todas mis experiencias, se fue armando y plasmando en mi cabeza lo que podría ser un restaurante. Trescha es una conjunción de lo que a mí me gusta como restaurante y comensal”, mencionó. 

Treschanski llevaba varios años fuera del país. A los 18 se fue a estudiar a la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu en Londres. Posteriormente, comenzó a trabajar como aprendiz en diferentes restaurantes del mundo entre los que destacan Barrafina en Gran Bretaña, The Fat Duck de Berkshire, 108 en Copenhague, Azurmendi en España, Boragó en Chile y Frantzén en Suecia. 

Ya de vuelta en su país natal, comenzó a trabajar en la propuesta. El local fue hecho a la medida y desde cero, con ahorros familiares y préstamos. Se trata de una casona en Villa Crespo, alejada del polo gastronómico usual de Buenos Aires. 

Lo primero que hizo fue armar un laboratorio en el primer piso del restaurante con el mismo concepto que había visto en Chile en su paso por Boragó de Rodolfo Guzmán, uno de los 50 mejores restaurantes del mundo. Pero también, sumó la tecnología de The Fat Duck, el modo de trabajar de Frantzen, los fermentos que vio en Suecia.

Como si se tratara de una receta, construyó la identidad que quería para Trescha. 

El concepto

En el salón de la casona es donde sucede la magia. Hay una barra hecha para las 10 personas que atienden por turno en los dos ventanas que hacen cada noche; el menú es fijo y se compone de 14 tiempos que se sirven en un transcurso de dos horas y media. Si alguien quiere alargar la noche, puede pasar al patio a seguir con la experiencia. 

De esta forma, Treschanski cree que su restaurante viene a traer a la escena gastronómica argentina algo diferente. “Hay un proceso muy grande detrás de cada plato y cada maridaje que servimos en el restaurante. Mucho detalle, mucha gente trabajando para pocos comensales. Yo creo, en definitiva, que traemos algo diferente a lo que se acostumbra acá. Muchas ideas nuevas, frescas, con un equipo muy joven, muy motivado, con ganas de mejorar día a día, y siento que eso al final se nota”, agregó. 

Esa distinción y el reconocimiento de la Guía Michelin han hecho que, repentinamente, mucha gente llame interesada y tengan listas de espera para las reservas. A fines del año pasado, podían llegar hasta los tres meses para poder apartar un lugar.

En cuanto al menú que se ofrece, que va variando cada cierto tiempo según los insumos de temporada, se encuentran platos como lisa curada en kombu y sake, vinagreta de agua de tomate reliquia y ciruela, sobrasada y pickle de uvas verdes; lasaña de conejo, langostino, mandarina y chorizo colorado; consomé de conejo y espuma de cabra; entre otros.

Chawanmushi de langostino, un plato muy preciado de la cocina japonesa.

A pesar de todas las preparaciones complejas que idea Tomás constantemente, comentó que lo que más le gusta cocinar es asado con sus amigos. “Parece que después de estar todo el tiempo cocinando en el restaurante, tantas preparaciones, tantos ingredientes, tanto detalle, tanta complejidad, una de las cosas que más disfrutamos -no solo yo, creo que la mayoría de los gastronómicos- es algo simple,  como pasar el rato con amigos. Para mí en general, toda la cultura y el ritual del asado es algo muy lindo, algo que tenemos los argentinos que aprecio y admiro mucho”, añadió. 

Además de Trescha, también fueron reconocidos en la Guía Michelin con una estrella los restaurantes Azafrán, Casa Vigil, Brindillas y Zonda Cocina de Paisaje en Mendoza; y Don Julio en Buenos Aires. Por su parte, Aramburu en la capital fue reconocido con dos estrellas.

 

Comparte en: